Algunas
suposiciones pueden afectar negativamente su práctica docente. Tenemos algunos
consejos para combatir tres comunes.
Por
Johanna Rauhala
Al trabajar con docentes,
tanto nuevos como veteranos, también he descubierto que algunas suposiciones
-particularmente aquellas que nos conciernen a nosotros mismos y a nuestros
alumnos- pueden causar frustración y llevar al agotamiento. Las creencias que
tenemos sobre cómo deberíamos operar o cómo deben comportarse los estudiantes a
veces pueden nublar nuestra visión, impidiéndonos ver quién está frente a
nosotros. Afortunadamente, si somos conscientes de estas suposiciones, podemos
trabajar para contrarrestarlas.
TRES SUPOSICIONES
QUE PUEDEN LLEVAR A LA FRUSTRACIÓN
1.
Debería saber esto. No importa qué tan bien esté planificada la
lección, no importa cuántas veces la hayas enseñado, la clase que tienes
delante es un grupo nuevo. Sus necesidades son diferentes a las de la última
clase. Entonces, cada año implica volver a aprender cómo enseñarles. Su cultura
cambia, sus vidas y familias cambian, y ustedes también cambian. Los cambios
demográficos, los estándares cambian.
La estafa no es la norma.
Conocer su contenido no es lo mismo que entender a sus nuevos alumnos. En otras
palabras, el conocimiento no es una idea. Ambos son esenciales para la
enseñanza efectiva y compasiva.
También puede encontrar que
necesita volver a aprender el contenido. Has enseñado la Caída de Roma antes,
por ejemplo, y tu unidad está dispuesta, lista para usarse en Google Drive.
Pero, al comenzar la preparación o la instrucción, descubres que debes estudiar
las causas de nuevo, que algunas de las anécdotas que dijiste se olvidan. Los
hechos están oxidados, pero los detalles regresan a medida que se desarrolla la
lección.
Déjame decirte algo: la mente
de la enseñanza está llena, una noria de partes móviles que se elevan y caen,
vienen y se van. Que hayas olvidado algunos detalles es una señal segura de
eficiencia, que el asistente de paseo de carnaval está vivo y bien. ¿Una forma
de evitar esto? Obtenga una vista previa de la unidad, mantenga notas de
resumen y confíe en que una vez que vuelva a sumergirse en la enseñanza,
¡volverá a aparecer el reconocimiento.
2.
Los niños deben saber esto. La Dra. Anita Archer llama a esto "
cometer suicidio ". Un ejemplo: acaba de lanzar un laboratorio que implica
medición, y de repente se vuelve evidente que los estudiantes no saben cómo
usar las reglas. Los estudiantes no pueden distinguir los incrementos y las
líneas, y el laboratorio está dando un giro no deseado.
Es común en este punto -y lo
digo con empatía y auto reconocimiento- culpar a los maestros anteriores,
culpar a los estudiantes, señalar la pobreza, la cultura y el estado de la
financiación de la educación. Nuestra sensación de estar abrumados se convierte
en una flecha frustrada de regreso al mundo.
Pero el punto, el corazón de
esto, es realmente: ¿qué vas a hacer? Pausar y enseñar el uso de la regla en
este momento sería una fortaleza, no una falla. Deje a un lado la guía de ritmo
y vea lo que necesitan los estudiantes, en este momento, aquí y ahora. La
realidad y el momento presente son tus amigos, y junto con el apoyo y la
práctica consciente, te ayudarán a ti y a tus alumnos a crecer.
3.
Debería ser mejor / hacerlo mejor. El impulso de crecer y servir
mejor a los estudiantes es valioso, pero el camino hacia una enseñanza efectiva
no es una línea recta. En algún momento hacemos un balance de dónde hemos
viajado y nos damos cuenta de lo lejos que tenemos que llegar. Al igual que el
poeta Gary Snyder en la cima de la montaña , estamos "mirando hacia abajo
por millas".
Esta pausa, si realmente
podemos hacer una pausa, ofrece la oportunidad de notar nuestro progreso,
nuestro estado actual y planificar los próximos pasos. Y es importante
atemperar este estado reflexivo con autocompasión, señalando honestamente dónde
hemos tropezado. En David y Goliat , Malcolm Gladwell considera que incluso los
fracasos repetidos pueden ser una parte esencial del crecimiento. Los errores
son donde desarrollamos resistencia y donde practicamos elegir comenzar de
nuevo.
ALGUNAS IDEAS MÁS
Si te encuentras en la tierra
de estas suposiciones, aquí hay algunas maneras de salir:
- Encuentre tiempo para reflexionar: hablar, escribir, leer, reducir la velocidad.
- Haga preguntas: ¿Quiénes son mis alumnos? ¿Qué clase de maestro necesitan que sea? Cambiar el enfoque de nosotros mismos a nuestros estudiantes puede informar mejor nuestros próximos pasos.
- Practica la autocompasión: incluso el aprendizaje lento es aprender. Tu ritmo es tuyo Practique la respiración consciente y el diálogo interno amable: lo ayudarán a ver lo que tiene enfrente y a tomar decisiones más efectivas.
- Solicite ayuda: llame a un amigo, hable con un colega, busque la ayuda de un entrenador o un compañero de confianza.
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