jueves, 29 de marzo de 2018

PREVENIR EL AGOTAMIENTO EN EL AULA


Ya seas un nuevo maestro o un veterano, prueba estos consejos para cuidarte y mantenerte activo durante todo el año escolar.

Por Elena Aguilar

Permítanme definir rápidamente el agotamiento. Burnout es agotamiento físico y emocional. Puede manifestarse como depresión de bajo nivel. Es lo que sucede como resultado de un estrés implacable, tanto físico como emocional. Y puedes prevenirlo. Puede reconocer los indicadores de agotamiento, puede aumentar su capacidad de recuperación emocional y puede delimitar sus actividades para poder atender su bienestar físico y emocional.


TOMANDO ACCIÓN

Ya sea que esté en su primer o décimo quinto año de enseñanza, aquí hay 10 consejos para mantenerse energizado, en cualquier punto del año escolar:

1. Cuida tu cuerpo. Prioriza dormir por encima de todo. Intenta ocho horas por noche. Hay muchas conexiones entre el sueño y el bienestar emocional. Coma alimentos nutritivos. Mueve tu cuerpo. Sabes esto, pero necesito recordártelo.

2. Recortar el tiempo de inactividad y honrarlo religiosamente. Asegúrate de tomar al menos un día libre de fin de semana. Durante la semana, asegúrese de dejar de trabajar antes de las 8 p.m. Necesitas descansar. Trabajar hasta el hueso o martirizarse para la causa es inútil. En última instancia, no le servirá a usted ni a sus alumnos.

3. Construya en micromomentos de renovación durante el día. Cada hora, o al menos un par de veces al día, siéntese quieto durante un minuto. Cierra tus ojos. Imagina todo tu estrés que drena de las palmas de tus manos y las plantas de tus pies.

4. Cultive el optimismo realista. Las personas resilientes son optimistas. Recuerde que el desafío y la lucha son temporales, no permanentes. Ser optimista no tiene nada que ver con negar la realidad. Se trata de mantener la creencia de que el cambio positivo siempre es posible. Se trata de ver el vaso medio lleno y medio vacío.

5. Mantenga una mentalidad de crecimiento. Cualquiera que sea el desafío al que se enfrentan -y para los maestros hay desafíos interminables- pregúntese: "¿Qué puedo aprender de esto?". Esta pregunta lo pone en una actitud de aprendizaje y le recuerda que siempre puede aprender. El hecho de que no pueda hacer algo hoy no significa que no podrá hacerlo la próxima semana.

6. Ancla en tu por qué. Las personas resilientes son impulsadas por el propósito. ¿Por qué estás enseñando? ¿Qué quieres que sea tu legado? ¿Qué te motiva a levantarte todos los días? Deja en claro tu por qué y úsala como ancla.

7. Sé paciente. La paciencia es una disposición del resiliente. Sea paciente con usted, sus alumnos, sus colegas y sus administradores. La paciencia no tiene nada que ver con la complacencia, es simplemente una aceptación de que no somos los principales gobernantes del tiempo y de todas las cosas y de que solo podemos hacer lo que podemos hacer.

8. Toma té o café con un colega. O organice un encuentro para sus estudiantes y sus familias. O almorzar en la sala de profesores. Construye tu comunidad. En momentos de estrés, aquellos que prosperan son aquellos que fortalecen las relaciones con los demás.

9. Aprende a ver lo que estás haciendo bien. Cuando nos agotamos, y cuando estamos haciendo un gran esfuerzo para hacer algo bien, nos cuesta trabajo ver lo que funciona. Tal vez tenga un instructor, mentor o administrador que lo ayude con esto, pero es igualmente importante que perfeccione su habilidad para detectar sus propios éxitos. Después de todo, eres el único que te mira todos los días. Pasa un día siendo tu mejor amigo.

10. Pide ayuda. Cuando realmente tenga dificultades, pida ayuda a colegas, amigos, vecinos, supervisores, mentores, entrenadores y socios. Pida todos los tipos de ayuda que necesita. Dile a la gente que estás teniendo un momento difícil. Sigue preguntando hasta que obtengas lo que necesitas. Y si alguna vez tiene dudas, incluso lo más mínimo, sobre su bienestar mental o físico, busque ayuda profesional. Las tasas de depresión y ansiedad entre los profesores son más altas que en el público en general. La enseñanza es extremadamente estresante. Si tiene dudas, busque ayuda.


APOYÁNDONOS A NOSOTROS MISMOS, APOYANDO A OTROS

Los altos niveles de estrés y agotamiento entre los maestros son sintomáticos de un sistema disfuncional. Como docentes, debemos responsabilizarnos individualmente de nuestro bienestar emocional cultivando nuestra capacidad de recuperación para que nos sintamos mejor y podamos satisfacer las necesidades de los niños. Entonces tendremos la energía para abordar mejor las condiciones subyacentes y las causas del estrés.

Los líderes educativos también deben asumir la responsabilidad de crear condiciones en las que los docentes prosperen. Los administradores escolares pueden ayudar a los maestros al:

  • ·        Dar a los profesores comentarios positivos regularmente.
  • ·        Ayudando a los maestros a ver su impacto y eficacia.
  • ·        Abordar los conflictos entre el personal.
  • ·        Facilitar el desarrollo profesional significativo para que los maestros puedan continuar perfeccionando su oficio.





COMPARTE ESTA HISTORIA


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por participar en esta página.